Es la capital de la isla. Situada en la costa Este, dispone de un moderno puerto marítimo con terminal de pasajeros y marina deportiva. Tiene censados casi nueve mil habitantes y, aparte de su Ayuntamiento, también en ella se ubica la sede del Cabildo Insular  y que tiene la responsabilidad administrativa y política de toda la isla.

Sus calles atesoran una larga historia muy relacionada con el descubrimiento de América, las posteriores expediciones y, ya en los últimos dos siglos, la emigración de buena parte de sus habitantes a Cuba y Venezuela, principalmente. Se trata de una pequeña ciudad muy tranquila en la que podrán encontrar joyas arquitectónicas del estilo castellano y colonial. Entre sus monumentos más conocidos están la llamada Torre del Conde (fortaleza del siglo XV que domina la bahía) en perfecto estado, la parroquia de La Asunción y la ermita de San Sebastián.

Pero además de la Villa, el municipio tiene mucho por descubrir: entornos rurales, campos, o el parque natural de Majona, una antigua dehesa ganadera que aún conserva algunos de sus usos que conviven con endemismos y zonas de gran diversidad de flora.

Hacia la costa, acantilados, pequeñas playas y hasta el romántico y bello Faro de San Cristóbal, que en pleno funcionamiento aún hoy, mira a Tenerife e ilumina las travesías de los que recorren el brazo de mar que une las islas.

Pequeños o grandes tesoros visuales, todos ellos, esperando ser descubiertos por la mirada adecuada.